A
la entrada de mi ciudad, frente al hospital, había pintada una frase que parece tan
fuera de lugar como una flor creciendo en la pared: “Fins la lluna, anar y tornar”. Sólo quien la escribió allí entenderá
bien su significado.
Encontrar
un sentido a nuestra vida es esencial para lograr felicidad. Para ello, StephenCovey propone responder a una pregunta: ¿Qué escribirías en tu epitafio? Resumir
en una frase las cosas por las que te gustaría ser recordado, tus aspiraciones,
tus objetivos vitales, lo que pretendes conseguir en la vida. ¡Qué difícil!
Para
Viktor Frankl, superviviente a varios campos de concentración nazis, “la
libertad de elegir nuestro propio camino es lo que hace que la vida tenga
sentido y propósito”.
MartinSeligman considera necesario para alcanzar la felicidad construir una vida
significativa, conociendo nuestras fortalezas y utilizándolas para pertenecer a
algo más grande que nosotros mismos.
Me
imagino el propósito de la vida como una cuerda que me sirve de guía. Los montañeros
saben que tienen que escalar siguiendo la cordada, así no se pierden, ni acaban
donde no quieren. De la misma manera, haber definido una misión para mi vida me
da un norte y me ayuda a diferenciar lo importante de lo accesorio. Decía ErichFromm: “Sé quien en verdad eres. Descubre
tus talentos y tu propósito en la vida. Esto te llevará a hacer lo que amas y
porque haces las cosas con amor, obtendrás lo que necesitas”.
Si
quieres definir una misión para tu vida comienza escribiendo cinco cosas por las
que quieras ser recordado, tal vez puedan darte información de tus expectativas
y deseos más profundos. Luego, escribe durante diez minutos todos tus “me
gustaría…”. Sin pensarlo mucho, escribe lo primero que te venga a la cabeza. Luego
léelo. Algunas cosas se repetirán o estarán relacionadas entre sí. Estas
reiteraciones pueden darte pistas para definir tu sentido vital. Por último, redacta la misión o propósito principal de
tu vida, completando el siguiente enunciado: “estoy aquí para…”.
Observa cómo te hace sentir lo que has escrito. No vale
sólo con pensarlo. Como su propio nombre indica, un buen sentido para tu vida
tiene que ser sentido. Si te toca el corazón entonces lo habrás encontrado.
Quizás te haga volar alto: “hasta la luna, ir y volver”.
A continuación puedes ver una entrevista a Viktor Frankl.
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