Quizás te hayas preguntado alguna vez por qué malograron sus vidas personas con éxito y talento, que aparentemente lo tenían todo para ser felices como, por ejemplo, Michael Jackson o Amy Winehouse. Quizá dedicasen demasiada energía a conseguir el éxito y descuidasen otras necesidades importantes para el bienestar. Se considera que existen seis necesidades
psicológicas básicas.
Vinculación: está muy asociada al bienestar y se satisface contando
con relaciones personales estables, que nos proporcionen cuidado mutuo e
intimidad.
Competencia: cuando satisfacemos esta necesidad sentimos que
dominamos distintas facetas de nuestra vida, especialmente, el ámbito del
trabajo.
Autonomía: engloba sentirse independiente y expresar la propia identidad.
La independencia económica y elegir una profesión que nos guste ayudan a cubrir
esta necesidad.
Auto-aceptación: requiere una actitud de comprensión y cuidado
hacia uno mismo. Está relacionada con la autoestima, pero no es exactamente igual.
Sentido vital: es el deseo de sentir que nuestra vida es útil,
valiosa y tiene un propósito. Decía Nietzsche “quien tiene un porqué para vivir
es capaz de soportar casi cualquier cómo”. Tener una meta en la vida ayuda a
resistir mejor el estrés, afectando éste menos a la salud física o psicológica.
Crecimiento: nos permite plantearnos nuevos retos y poner proyectos
en marcha, seguir aprendiendo y mejorando, buscando la realización personal.
Para conseguir felicidad y
bienestar duraderos hay que mantener un equilibrio saludable entre todas las necesidades
psicológicas. Como en el juego del Trivial, para ganar la partida del bienestar
hay que completar el círculo, satisfaciendo necesidades de todos los colores:
tener suficiente amor y amistad, sentirse competente para afrontar los retos de
la vida, poder elegir el propio destino, aceptarse y quererse a uno mismo,
encontrar un sentido para vivir y seguir creciendo hasta el último día.
Decía José Luis Sampedro que “tenemos
una sola vida y la obligación de vivirla”. De la mejor manera posible. Una
buena vida que merezca las penas. Elevando al máximo nuestro potencial para
llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Este cuadro resume el esquema de necesidades psicológicas básicas que propuso Riff. |
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