jueves, 22 de octubre de 2015

Un momento de atención

Al comienzo del verano estaba desayunando en una cafetería y se acercó a saludarme una coordinadora de la delegación municipal de cultura. Casualmente llevaba un ejemplar de “Todos los días eran buenos” y se lo enseñé. Me propuso presentarlo en octubre en el principal festival literario de mi ciudad.

El día de la presentación el tiempo presagiaba tormenta. Era un domingo por la tarde lluvioso. Muchas amistades ya habían ido a una presentación anterior y temí que hubiera escasa asistencia. A la hora de empezar sólo estábamos mi madre, sus amigas y alguna persona más. La puntualidad española es proverbial. Poco a poco fueron llegando amigos, familiares y conocidos. Hasta llegó un fotógrafo que nos hizo posar con el libro. Hubo éxito de público. Mi madre contabilizó sólo dos sillas sin ocupar.

Convencí a mi madre para que subiera conmigo al escenario. Comencé a explicar el origen del libro: en 2013 conocí una investigación que demostró que recordar los sucesos positivos del pasado aumentaba el bienestar de los mayores. Pensé que no podía perderme aquella experiencia con la mujer más positiva que conozco: mi madre. Luego empezamos a contar anécdotas que se recogen en el libro y nos reímos mucho. Loles me dijo que no se cansa de leerlo.

A mitad de la charla empezó a caer el diluvio universal. El encargado del sonido empezó a bajar las persianas para evitar que el agua entrara en la caseta instalada en medio de la plaza. Me sentí a gusto con esa lluvia, aunque el estruendo de gotas salpicando sobre el techo apenas me dejara entender las preguntas del público. La calle estaba desierta y sentí cierto recogimiento. Afuera brama la tempestad pero lo que importa está aquí y ahora. Aquel momento era sólo para nosotros y no para ser mirado por los transeúntes.

Una mujer me dijo que mi madre me había dado la vida y que yo se la había devuelto. ¡Ojalá pudiera ofrecerle todo lo que me entregó!

2 comentarios:

  1. Ya creo que se lo has ofrecido.No había que mirar sino su cara de merecido orgullo.Bonito homenaje que le has rendido ,el mejor.No sólo te ha dado la vida,sino también tu sonrisa que harà que todos tus días sean buenos..

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  2. Es verdad que estuvimos a gusto..Todos los días son buenos.Los de lluvia también.

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