Hace días pregunté a mi hija: ¿De qué escribo esta semana? Y me dio un buen título para este artículo. Recordé un escrito de Facundo Cabral titulado “no estás deprimido, estás distraído” en el que describe infinidad de motivos para apreciar la vida: “Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo”. Cuentan que Buda dijo: “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”.
Empezaré mi lista: Hablar. Disfrutar contando historias. Tener amigos y poder conversar con ellos. Saber leer. Entender lo que escribieron otros, incluso sabios de hace miles de años. Escribir. Poder expresar libremente mis ideas. Guardar recuerdos en un diario. Redactar una carta de amor. Escuchar. Sonidos agradables como una orquesta o emocionantes como el llanto de un recién nacido. Comprender enunciados que ayudan a vivir como “te quiero”.
Ver. Distinguir millones de colores diferentes. Mirar detrás de los cristales en una tarde lluviosa y contemplar la aparición del arco iris. Ver nacer y crecer a mis hijas. Imaginar. Planear nuevos objetivos. Atisbar lo bueno que me deparará el futuro.
Oler. La fragancia de un perfume. El vapor de un guiso. El olor de un bebé mientras duerme. El aroma de un limón recién cogido del árbol.
Saborear. Dulce, salado, ácido, amargo, agridulce. Comer lo que me gusta. Celebrar con la familia junto a una mesa. Tomar un aperitivo con los amigos. Merendar sobre la hierba de un parque. Brindar a tu salud.
Sentir, a los otros y a mí mismo. Sentir placeres, emociones y sentimientos que me hacen feliz. Sumergirme en el agua y notar la ingravidez. Abrazar y besar a quienes quiero. Ser capaz de amar y ser amado. Dormir. Soñar. Despertar. Hacer realidad mis sueños.
Pensaba Nietzsche que “quien tiene un porqué para vivir es capaz de soportar casi cualquier cómo”. Como si buscaras figuras escondidas en las nubes, encuentra los motivos que hacen brillar tu vida.
Pero que bonito escribes amigo....
ResponderEliminar