¿Aporta el dinero felicidad? Depende. La paradoja de
Easterlin predice que si alcanzas unos ingresos mínimos que permitan vivir
decentemente, haría falta conseguir mucho más dinero para provocar un
incremento de felicidad. El aumento de la riqueza en los países pobres va a la
par con la satisfacción con la vida. Pero en los países ricos, aunque los
ingresos por persona hayan aumentado, el nivel de felicidad permanece estable. Los
norteamericanos más ricos son igual de felices que los inuit de Groenlandia. Como
nos adaptamos fácilmente a las posesiones materiales, necesitaríamos estímulos
continuos y novedosos para aumentar el
bienestar. Esto implicaría, según Richard Layard, entrar en “la cinta andadora
del hedonismo”. Para este autor, el secreto de la felicidad está en buscar
aquello a lo que no nos terminemos de adaptar nunca, como la amistad.
No siempre el dinero aporta felicidad. Una persona me contó
una hermosa anécdota. Encontró unos billetes tirados en la calle. Se cruzó de
acera y esperó. Estuvo allí un buen rato observando hasta que apareció un
chaval que daba vueltas mirando por el suelo. Le preguntó qué buscaba y, al
coincidir su respuesta con lo que había encontrado, le devolvió el dinero. Me
dijo que no se sentía bien quedándose con algo que no era suyo.
Según algunos estudios gastar el dinero en otras personas
tiene más impacto en la felicidad, que gastarlo en uno mismo. Es más
beneficioso para el donante que para el receptor. También parece que, para
aumentar el bienestar, es preferible comprar experiencias: ir al teatro,
apuntarse a un curso de yoga o viajar. O cosas que proporcionen experiencias, como
una bicicleta.
“¡Qué feliz soy! ¡Cuántas cosas que no necesito!”. Emulando
a Sócrates paseando por el mercado, puedes preguntarte antes de comprar algo que
no necesites: ¿Me dará felicidad a largo plazo? ¿Qué valor aportará a mi vida?
No confundas, como dijera Antonio Machado, valor y precio. La felicidad se
experimenta, no se compra, aunque los anuncios digan lo contrario.
En el siguiente vídeo puedes ver un ejemplo de cómo gastar dinero en otros puede aumentar la felicidad.
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