miércoles, 11 de abril de 2012

Aprender a ser felices


¿Qué es lo que más quieres para tu vida? Reflexiona un momento. Si respondes en primer lugar que felicidad opinarás como la mayoría de las personas en el Mundo
Entonces, si es lo que más deseamos, ¿por qué nos cuesta tanto ser felices? Quizá porque buscamos en el sitio equivocado, intentando cambiar nuestras circunstancias externas: un nuevo trabajo, otra relación, más dinero, éxito o fama. Pero, según la doctora en psicología Sonja Lyubomirsky, solamente un 10% de nuestra felicidad se explica por diferencias en las circunstancias de nuestra vida. Se estima que otro 50% de las diferencias entre los niveles de felicidad se deben a nuestros genes. Los estudios realizados con gemelos con un ADN idéntico al 100% que fueron separados al nacer demuestran que, independientemente de sus situaciones, comparten niveles de felicidad semejantes. Parece que nacemos con un potencial de felicidad que heredamos de nuestros padres biológicos. El gen 5-HTTLPR es un posible gen de la felicidad, pues está implicado en la recaptación de un neurotransmisor llamado serotonina.
La buena noticia es que el 40% restante depende de nosotros, de nuestro comportamiento, de lo que hacemos cotidianamente y de nuestra manera de pensar. La psicología positiva ha estudiado lo que hacen las personas muy felices. Dedican mucho tiempo a disfrutar y fortalecer las relaciones con la familia y los amigos, expresan gratitud por lo que tienen, ofrecen ayuda, son optimistas al imaginar el futuro, saborean los placeres de la vida y tratan de vivir el presente, practican ejercicio físico habitualmente, se comprometen con sus objetivos vitales y tienen fuerza para hacer frente a las dificultades.
Es posible elegir estrategias efectivas para conseguir una felicidad duradera que requerirán dedicación. Si para mejorar cualquier habilidad como un deporte o afición es necesario entrenar, para ser feliz igualmente habrá que ponerse manos a la obra. En este Blog encontrarás periódicamente algunas actividades que la ciencia ha demostrado que aumentan la felicidad.