viernes, 19 de febrero de 2016

Ganamos juntos


Hace tiempo pregunté a una persona, a modo de saludo, ¿qué tal? Con gesto serio me contó que tenía problemas con su jefe. Mientras charlábamos, percibí que la relación estaba a punto de saltar por los aires. Aquella conversación me causó cierta inquietud. Viví hace años un conflicto laboral parecido y lo pasé mal. Fue muy desagradable y dañino para las dos partes. Por entonces leí “Tú ganas Yo gano”, un libro dedicado a resolver los conflictos creativamente, que me ayudó a gestionar mejor aquella relación difícil. Le presté el libro, con la esperanza de que la mecha de un nuevo enfrentamiento no terminara de prender.

Las autoras Helena Cornelius y Shoshana Faire plantean que el mejor enfoque para resolver conflictos es que ambas partes ganen. Ellas recomiendan: “sé duro con el problema, suave con las personas”. Proponen seguir estos pasos: 
  • Retomar necesidades: preguntarse ¿para qué necesitan lo que quieren lograr? 
  • Averiguar dónde se encajan las diferencias: dos personas quieren lo mismo por diferentes razones. De una naranja, uno quiere hacer zumo y el otro, un pastel con la cáscara. 
  • Diseñar nuevas opciones: encontrar alternativas ingeniosas y creativas que ayuden a resolver el problema. 
  • Cooperar: tratar al otro como un compañero, no como un adversario. Buscar soluciones en las que ambas partes estén de acuerdo.
En su libro “Practicar la felicidad”Tal Ben-Shahar plantea escribir sobre un conflicto preguntándose: ¿Contribuye o perjudica a tu felicidad? ¿Te beneficia el rencor? ¿Puedes perdonar? ¿Es posible replantear la situación? Quizá puedas reconocer que te sentiste herido y hacer lo que puedas para mejorar la relación, ideando soluciones que aumenten tu felicidad, de la otra persona o el grupo.

Al cabo de unas semanas me devolvió el libro. Observé una sonrisa de nuevo en su cara. Me comentó que había replanteado la situación y, con lo que había aprendido, estaba mediando entre su hijo y una profesora. Quizá, como decía Epicteto, las personas "no se perturban por las cosas, sino por cómo se las toman”.

viernes, 5 de febrero de 2016

Échate unas risas

Recientemente asistí a la presentación de un libro escrito por mi hermano. El biciclista suicida 2: TransÁndalus” cuenta las nuevas aventuras del Pollo Guerrero, un disparatado ciclista que me ha hecho reír mucho. Mi hermano mayor propuso que le hiciéramos preguntas divertidas durante la presentación. Una amiga las distribuyó entre los asistentes, junto a una falsa acreditación de prensa. Llevé una aparatosa cámara de cartón que hice para carnaval. Le acoplamos una pequeña cámara y estuve filmando lo que sucedía, que aparecía en la pantalla donde se proyectó el vídeo de presentación. Mi hermano pequeño hizo de presentador y otro, de fingido vigilante de seguridad.

Las preguntas y respuestas fueron hilarantes. Mi hermana pequeña hizo la más graciosa. Yo era periodista de “Cuarto milenio” y pregunté: “¿Es verdad que, si dices tres veces pollo guerrero frente al espejo, se aparece el negro del Whatsapp?”. El público que atestaba la sala se partía de risa.

Me sorprendió la agilidad mental de mi hermano para responder con gracia de forma improvisada, porque no estaba al tanto de las preguntas. Seguramente, ha heredado el sentido del humor de mi madre.

Scott Weems, en su libro Ja, dice que “nos reímos de lo que nos obliga a integrar metas o ideas incompatibles que conducen a la confusión, la duda o la vergüenza”. Según este autor, numerosos estudios demuestran que la risa es saludable: aumenta el tamaño de las arterias, mejorando el flujo sanguíneo, suprime los niveles de glucosa en los diabéticos, mejora el sistema inmunológico, aumenta la tolerancia al dolor, reduce las sustancias químicas relacionadas con la artritis y ayuda a combatir la dermatitis. Lo contradictorio es que, según un estudio de Friedman, las personas con sentido del humor viven menos, probablemente porque se cuidan poco.

Decía Elbert Hubbard “no se tome la vida demasiado en serio; nunca saldrá vivo de ella”. Aunque no haya que tomarse la salud en broma, estar cerca de quien te hace reír, hará tu vida mucho más entretenida.