lunes, 13 de enero de 2014

El valor del deporte



Recientemente me contó mi cuñado los valores que aprendió jugando al baloncesto, que le sirvieron después en otras facetas de su vida. Aprendió que “dependes de los demás”. Puedes jugar muy bien un partido y, si los compañeros no están bien, perderlo. O jugar fatal y que tu equipo te ayude a ganar. “Olvídate del resultado”. Céntrate en hacer las cosas lo mejor posible, porque lo que importa no es el resultado sino el proceso. “Acepta lo que ocurra”. Unas veces se gana y otras se pierde. Da igual si el azar hace que el aro escupa el balón o que el árbitro decida que sonó la bocina antes de que entrara tiro decisivo. “En el juego, aunque sea competitivo, no jugamos contra el rival, jugamos con él”. Juega limpio.

Muchos autores afirman que el deporte y la actividad física pueden ser buenos medios de trasmisión de los valores de respeto, autocontrol, autoestima, empatía, esfuerzo y cooperación. Estas fortalezas personales no se desarrollan de forma automática, dependen de la elección de las actitudes a transmitir y del uso correcto que hagan padres, entrenadores y jugadores. 

La actividad física aporta múltiples beneficios para la salud y la prevención de enfermedades. La OMS estimó en 2004 que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad. Según estudio reciente, en España se podrían evitar el 13,4 % de muertes si todas las personas inactivas se volvieran activas físicamente. El ejercicio también mejora el bienestar mental, reduciendo los síntomas de ansiedad y estrés, mejorando el sueño, la función cognitiva y el bienestar social.


Entre los propósitos para 2014 puedes plantearte ponerte en forma, mejorando tu salud y bienestar al practicar algún deporte o actividad física. Existen posibilidades para todos los gustos, edades y bolsillos. Desde salir a andar, hasta apuntarte a un gimnasio o a un equipo. Decía Píndaro que “no hay mejor mérito que saber aprovechar todas las oportunidades”. Saca partido de todo lo que el deporte puede ofrecerte.