Si te pido que imagines a un
corredor de maratón, seguramente pensarás en alguien no muy alto, delgado y
capaz de correr con ligereza. Derek Clayton medía 1,88 metros y sus
competidores le llegaban a la altura del hombro, como puede verse en viejas
fotos suyas publicadas todavía en internet. Aunque entrenaba más que nadie, 36
kilómetros diarios, su mejor marca estaba cinco minutos por encima del récord
mundial antes de lesionarse. Estuvo un mes sin correr previamente al maratón de Fukuoka en 1967, donde mejoró su marca personal en ocho minutos, siendo récord
mundial y el primer corredor que bajó de dos horas y diez minutos. Tras
entrenar duro, un descanso le permitió rendir por encima de su potencial.
Los atletas saben que descansar
es tan importante como entrenar intensamente. Los humanos no somos máquinas y
necesitamos descansar si queremos rendir al máximo en el deporte o en el
trabajo. Jim Loehr y Tony Schwartz afirman que “recuperar energía es tan
importante como gastarla”. Un volumen de trabajo excesivo también puede
provocar lesiones psicológicas como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Estos autores, en su trabajo “Atletas corporativos”, recomiendan tomar
descansos en distintos periodos. Durante la jornada proponen parar cada noventa
minutos, con pausas de quince minutos. Diariamente es recomendable dormir entre
siete y nueve horas, descansando durante el fin de semana al menos un día y
medio. Es necesario tomar un mes de vacaciones cada año o dos vacaciones más
cortas cada seis meses. A la vuelta somos más productivos, porque el descanso
renueva nuestra energía.
John Ernst Steinbeck dijo: “El
arte del descanso es una parte del arte de trabajar”. Si has descansado durante
el verano, sentirás que tienes más vitalidad para emprender nuevos proyectos.
Con la vuelta al trabajo y a las obligaciones cotidianas en poco tiempo podría
regresar el cansancio. Recuerda entonces darte permiso para descansar. Como un
corredor de fondo, si quieres dar lo mejor de ti, tienes que aprender a recuperarte.