martes, 2 de abril de 2013

En busca de sentido

A la entrada de mi ciudad, frente al hospital, había pintada una frase que parece tan fuera de lugar como una flor creciendo en la pared: “Fins la lluna, anar y tornar”. Sólo quien la escribió allí entenderá bien su significado.
Encontrar un sentido a nuestra vida es esencial para lograr felicidad. Para ello, StephenCovey propone responder a una pregunta: ¿Qué escribirías en tu epitafio? Resumir en una frase las cosas por las que te gustaría ser recordado, tus aspiraciones, tus objetivos vitales, lo que pretendes conseguir en la vida. ¡Qué difícil!
Para Viktor Frankl, superviviente a varios campos de concentración nazis, “la libertad de elegir nuestro propio camino es lo que hace que la vida tenga sentido y propósito”.
MartinSeligman considera necesario para alcanzar la felicidad construir una vida significativa, conociendo nuestras fortalezas y utilizándolas para pertenecer a algo más grande que nosotros mismos.
Me imagino el propósito de la vida como una cuerda que me sirve de guía. Los montañeros saben que tienen que escalar siguiendo la cordada, así no se pierden, ni acaban donde no quieren. De la misma manera, haber definido una misión para mi vida me da un norte y me ayuda a diferenciar lo importante de lo accesorio. Decía ErichFromm: “Sé quien en verdad eres. Descubre tus talentos y tu propósito en la vida. Esto te llevará a hacer lo que amas y porque haces las cosas con amor, obtendrás lo que necesitas”.
Si quieres definir una misión para tu vida comienza escribiendo cinco cosas por las que quieras ser recordado, tal vez puedan darte información de tus expectativas y deseos más profundos. Luego, escribe durante diez minutos todos tus “me gustaría…”. Sin pensarlo mucho, escribe lo primero que te venga a la cabeza. Luego léelo. Algunas cosas se repetirán o estarán relacionadas entre sí. Estas reiteraciones pueden darte pistas para definir tu sentido vital. Por último, redacta la misión o propósito principal de tu vida, completando el siguiente enunciado: “estoy aquí para…”.

Observa cómo te hace sentir lo que has escrito. No vale sólo con pensarlo. Como su propio nombre indica, un buen sentido para tu vida tiene que ser sentido. Si te toca el corazón entonces lo habrás encontrado. Quizás te haga volar alto: hasta la luna, ir y volver”.

A continuación puedes ver una entrevista a Viktor Frankl.