miércoles, 28 de enero de 2015

Regala tu tiempo

Nicolas Winton salvó la vida a 699 niños judíos buscándoles familias de acogida en Inglaterra. Se conoció la noticia porque su mujer encontró una maleta olvidada con listados y fotos de esos niños. Existe un video en internet en el que se ve al anciano recibiendo un homenaje de esos niños, ya adultos. Quizás su longevidad se deba a que vivir pensando en los demás es beneficioso para el bienestar y la salud. Un proverbio chino dice que “si quieres ser feliz durante toda la vida, ayuda a los demás”.

El altruismo aumenta la autoestima y fortalece el sistema inmunitario. Un estudio de la Universidad de Duke descubrió que los pacientes que habían sufrido un ataque cardiaco se recuperaron un 60% más rápido si ayudaban a otros pacientes. Al realizar un acto de bondad se liberan endorfinas que te hacen sentir bien. Martin Seligman demostró, en un ejercicio llamado “filantropía frente a diversión”, que la sensación de bienestar provocada por hacer algo bueno por otra persona es más duradera que hacer algo placentero. También presenciar actos de bondad, según un estudio de la Universidad de Harvard, produce beneficios en el sistema inmune y reduce el estrés.

Puedes aumentar tu bienestar concentrando tus actos de generosidad durante un día cada semana, siendo más amable de lo normal. Dedica tiempo y atención para realizar al menos cinco pequeños actos de bondad desinteresada. Cocina un pastel y llévalo al trabajo. Sonríe a menudo. Haz cumplidos. Echa una moneda a un músico callejero…

Prueba a ser creativo e inventa actos de amabilidad que se salgan fuera de lo habitual. Un conocido pegó en la puerta de su casa una caja con forma de corazón, donde guarda sorpresas para sus invitados. Cuando salen un mensaje les propone: “No te vayas sin abrir mi corazón”. Atrévete a regalar tu tiempo. Imprime un vale por un día de tu vida y regálaselo a quien más quieras, para que lo gaste como prefiera. Eres el mejor regalo.

A continuación un video sobre Nicolas Winton.




martes, 20 de enero de 2015

Personas extraordinarias

El domingo asistí con mi hija a una representación deOlivia y Eugenio, una obra de teatro excepcional. No sólo porque actuara una gran actriz como Concha Velasco. Le acompañaba Rodrigo Raimondi, un actor muy especial que tiene un cromosoma de más en el par 21. Es la primera obra de teatro que reserva un papel protagonista para una persona con síndrome de Down. Ellos tienen una ventaja: cuando aprenden algo nunca se les olvida. El padre de Rodrigo es barítono y su hijo se sabe de memoria todas las óperas.

Recuerdo que de niño se llamaban subnormales a los nacidos con este síndrome. Luego se les llamó disminuidos psíquicos y ahora, más acertadamente, se les engloba en la categoría de personas con diferentes capacidades. Desde luego que Rodrigo tiene diferentes capacidades a las mías. Yo no me veo capaz de memorizar un texto tan largo y de representarlo con esa gracia ante un auditorio con cientos de personas. La obra concluye que los que no son normales son los que roban, matan o mienten. El autor del texto, Herbert Morote, afirma que en las personas con síndrome de Down “todo es bondad”.

En el libro Bienestar mental en los adultos con síndrome de Down se relacionan algunas características de un adulto sano con este síndrome: es aceptado como individuo, tiene opciones para elegir, practica ejercicio de forma regular, se hace revisiones de salud, tiene un trabajo estimulante con el que disfruta y le permite utilizar sus cualidades, forma parte de una comunidad que le apoya, puede ayudar a los demás, es escuchado cuando expone sus preocupaciones… No veo la diferencia. Todas estas características proporcionarían también bienestar a cualquier adulto.

Cuando salimos del teatro aprovechamos para subir a la azotea del Círculo de Bellas Artes. Al bajar nos cruzamos con Rodrigo cuando salía del teatro. Le felicitamos y nos dijo muy contento que se iba de gira a Canarias. Como todos, puede cumplir sus sueños y vivir una vida plena.

Si quieres sorprenderte con las capacidades de una persona mayor puedes ver el siguiente vídeo.


martes, 13 de enero de 2015

Disfruta del camino

La mayoría de los tenistas profesionales no consiguen ningún gran trofeo en su carrera. Sólo ganan unos pocos elegidos. Desde 1968, cuando se profesionalizó el tenis, cincuenta y cuatro jugadores han ganado algún Grand Slam. De ellos, veintiséis sólo obtuvieron uno. Sólo tenistas extraordinarios han conseguido ganar muchos títulos. Nadal lleva catorce y Federer ganó diecisiete. El gráfico con el número de veces que los jugadores han ganado desciende abruptamente como un acantilado.

El logro es uno de los cinco elementos que componen la teoría del bienestar de Seligman. Este psicólogo define la fórmula del logro = habilidad x esfuerzo. Plantearse metas ayudaría a satisfacer parte de las necesidades psicológicas como la competencia, el crecimiento o el sentido vital.

Dedicar más tiempo a practicar es una forma de conseguir más logros. Destacar a nivel mundial en cualquier disciplina (como la música, las matemáticas o la pintura) supone invertir diez mil horas o el equivalente a setenta horas semanales durante diez años. Esto implica tener mucho autocontrol y determinación, manteniendo una autodisciplina inagotable. La determinación conlleva una gran persistencia y tener una pasión elevada por un objetivo.

Ser el mejor está al alcance de muy pocos y puede tener un coste. Es posible que suponga abandonar otras facetas importantes. Al contrario, Eduardo Galeano nos propone “vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta, como juega el niño sin saber que juega”.

El proceso puede ser más valioso que la meta, como expresa Kavafis: "Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias”. Para Ellen Langer centrarse excesivamente en alcanzar los objetivos puede hacernos perder de vista las enseñanzas que nos aporta el proceso, que incluso podrían llevarnos a replantearnos el objetivo.

Sea cual sea tu camino no olvides sentir a menudo emociones positivas, estableciendo buenas relaciones, realizando actividades que te permitan fluir y encontrar un sentido a tu vida, implicándote en algo más grande que tú mismo.


miércoles, 7 de enero de 2015

Un árbol para tu autoestima

Seguramente estas navidades habrás visto muchos árboles decorados especialmente para celebrar la Navidad. Hoy mismo puedes crear uno para “adornar” tu vida. Hace poco mi hija pequeña trajo un curioso ejercicio de su grupo de tiempo libre. Era un dibujo de un árbol. En las raíces tenía escritas sus capacidades, las cosas que era capaz de hacer bien como por ejemplo, “correr rápido”. En el tronco sus valores o cualidades positivas, como “soy amable”. Y en la copa sus frutos: los logros que había conseguido en su vida, por ejemplo, “ganar un cross escolar”. En el cielo había comentarios de otros jóvenes y monitores del grupo, que escribieron cualidades positivas de ella del tipo: “eres divertida”.

Este sencillo ejercicio permite evaluar tu nivel actual de autoestima, reflexionado sobre tus capacidades, fortalezas y logros desarrollados desde la infancia. Hay que hacerlo con tranquilidad, así que busca un momento en el que puedas dedicar una hora al ejercicio. Empieza por hacer una lista con todos tus valores positivos, ya sean personales (por ejemplo, valentía), sociales (generosidad) o físicos (fuerza). Continúa haciendo una relación de tus competencias, anotando todas las cosas que sabes hacer bien. Por último, haz un listado de todos los logros por los que te sientas orgulloso. Pueden ser algo difícil, como obtener un título universitario o más sencillo, como haber ganado un concurso en el colegio.

Ahora toca hacer un dibujo grande de un árbol que incluya, las raíces, el tronco y las ramas con los frutos. En las raíces pon tus aptitudes. Las más importantes escríbelas en las raíces más gruesas. En el tronco escribe tus valores, colocando arriba los que consideres más elevados. En la copa del árbol describe tus logros. En los frutos grandes irán los éxitos que consideres más valiosos. Luego contempla tu trabajo. Te sorprenderás por todo lo que has conseguido. Como dijo Goethe “es un gran error creerse más de lo que uno es, o menos de lo que uno vale”.