lunes, 9 de febrero de 2015

Conexiones inesperadas

Los lobos tienen mala prensa. Son los villanos de los cuentos infantiles. Es cierto que matan a algunas especies, pero obviamos que también dan vida a muchos otros seres. En una conferencia George Monbiot propuso “resalvajizar” el mundo, ejemplificando lo que pasó en el Parque Nacional de Yellowstone en EEUU cuando se reintrodujeron los lobos en 1995. Estuvieron ausentes durante setenta años. En ese tiempo los ciervos se adueñaron del parque, dejando la vegetación reducida a casi nada. Con los lobos, los ciervos dejaron de frecuentar los valles y cañones, apareciendo rápidamente bosques de álamos y sauces. Los árboles atrajeron a las aves y los castores, que construyeron presas en los ríos, crearon ecosistemas para nutrias, patos, peces, reptiles y anfibios. Los lobos mataron coyotes y creció el número de ratones y conejos, lo que trajo más comadrejas, halcones, zorros y tejones. Los osos aumentaron también porque había más bayas creciendo en los arbustos.

En veinte años los lobos, pequeños en número, no sólo cambiaron el ecosistema. También transformaron el paisaje. Con más vegetación, hubo menos erosión del terreno y los ríos dejaron de serpentear, haciéndose los cauces más estrechos y rápidos, creándose nuevos hábitats salvajes. 

Según el sociólogo Duncan Watts se puede contactar con cualquier persona del planeta en sólo seis “saltos” a través de internet y las redes sociales. Los humanos formamos parte de un complejo mundo de relaciones y podemos influir con nuestras acciones generando un “efecto mariposa”: un pequeño aleteo aquí puede desatar una tormenta en las antípodas. 

Escaneé un texto que trataba sobre cómo educar positivamente. Lo envié a una amiga que entrena a un equipo de niños. Ella lo imprimió y se lo repartió a los padres. A la semana siguiente se sorprendió porque había mejorado el aspecto de un padre, anteriormente muy desastrado. Le preguntó si la lectura del texto tenía algo que ver con ese cambio y le contestó que sí.

Es imposible no influir. ¿Qué huellas quieres ir dejando a tu paso?

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