viernes, 17 de julio de 2015

Recuerda los buenos momentos

Pertenezco a una familia numerosa. Crecí rodeado de niños y las anécdotas de entonces son innumerables. Recuerdo algunas tardes de verano muy divertidas rememorando con mis hermanos las trastadas de la infancia. Acababa doliéndome la mandíbula de tanto reír. Recordar lo mejor del pasado no te deja indiferente, hace que te sientas mejor.

Recientemente he publicado un libro con los recuerdos más positivos de la vida de mi madre. Fue una experiencia muy placentera. Vendí un libro a un compañero de mi mujer que es psicólogo. Meses después me envió por correo electrónico un artículo que explicaba el poderoso efecto que produce activar los recuerdos positivos en el cerebro de los roedores. Susumu Tonegawa demostró con ratones que reactivar de forma artificial recuerdos positivos puede suprimir los efectos de la depresión inducida por estrés. Mediante la optogenética este investigador consigue activar o desactivar neuronas, que previamente han sido modificadas por un virus que introduce una proteína que reacciona a la luz. El experimento consistía en proporcionar al ratón una experiencia gratificante, introduciendo una hembra de la misma especie en la jaula. Se escanearon las neuronas que se activaban para almacenar las distintas experiencias. En este caso las neuronas marcadas formaban parte del giro dentado, que es una parte del hipocampo que se encarga de formar recuerdos. Después se expuso al ratón una experiencia neutra, dejándolo solo en la jaula y, por último, a una experiencia estresante, inmovilizándolo durante diez días. El estrés continuado produce depresión, que se caracteriza por pasividad y falta de interés por las experiencias agradables. Una vez deprimido, el ratón no reaccionaba aunque volvieran a situarle junto a una hembra. En cambio, activando los recuerdos positivos con “luminoterapia”, en cinco días se revertían los síntomas de depresión. La mejora permaneció en el tiempo y los ratones se hacían resistentes a nuevas situaciones de estrés, que no lograban deprimirlos.

Como me dijo mi madre: “Recordar es vivir de nuevo”. Los buenos recuerdos tienen el poder de sanar.

1 comentario:

  1. Es cierto. Se podría decir que vivimos una vez y de ese material sacamos múltiples ediciones corregidas y aumentadas, jaja.

    Espero que le estés sacando partido al veranito.

    Un abrazo,
    Pepe.

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