sábado, 12 de enero de 2013

Disfruta las alegrías



El domingo 11 julio de 2010 hacía mucho calor en Madrid. Después de celebrar el cumpleaños de mi hija con los amigos, vimos en casa la final del mundial de fútbol. Andrés Iniesta esperó hasta el minuto 116 para meter un gol que provocó un éxtasis colectivo. Saltamos todos de alegría dando gritos, repartiendo abrazos y besos. Recuerdo bien aquellas emociones de una noche memorable.

Iniesta dijo después: "España merecía este campeonato del Mundo. Es algo para recordar, disfrutarlo y sentirse orgullosos". "Estoy contento, estoy muy contento, se me dan esos goles decisivos...", decía mientras le abrazaban sus compañeros que cantaban: “Andrés te queremos, somos campeones del Mundo”. 

El disfrute, como los verbos, puede conjugarse en presente, pasado y futuro. Se puede disfrutar del pasado recordando los momentos felices, del presente siendo consciente de las experiencias placenteras y saboreándolas plenamente, o del futuro esperando que sucedan cosas positivas con optimismo.

Fred Bryant y Joseph Veroff describen el disfrute como “los pensamientos o comportamientos capaces de generar, intensificar o prolongar el placer”. El hábito de disfrutar está relacionado con la felicidad intensa y frecuente. La pega es que hay que esforzarse y tomar la iniciativa para dirigir la mente hacia experiencias positivas. Algunas estrategias para disfrutar más son:

Saborea experiencias cotidianas: recréate sin prisas mientras haces alguna actividad habitual como comer, ducharte o caminar. Como la protagonista de la película Amelie, presta atención a los pequeños placeres cada día, tratando de hacerlos más intensos y duraderos.

Revive el día más feliz de tu vida: recuerda tu gran día y recréalo como si fuera una película. Recuerda ese momento con todos los detalles, vuelve a traer al presente todo el placer de ese día y saboréalo.

Recuerda con familiares y amigos: hace poco he podido repasar los sucesos positivos de la vida de mi madre y hemos sentido mucha alegría juntos.

Disfruta con tus sentidos prestando atención al presente. Cuando experimentas felicidad, permanece en tu memoria una chispa que siempre podrás encender. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario